Miles Davis
"Kind of Blue" (1959)

Si claro, a estas alturas podría ser una perogrullada escribir una sola letra más sobre esta obra maestra, pero qué le vamos a hacer, por lo menos mencionar que por ningún motivo pueden pasar por esta vida sin escuchar el disco más vendido en toda la historia del Jazz, lo que por supuesto no es nada menor. Del genio de Miles Davis salieron cerca de 4 o 5 revoluciones dentro del Jazz y ésta fue la segunda de ellas. Gracias gracias a los acertados aportes del genial pianista Bill Evans, profundizaron hasta la perfección  las ideas que ya venía explorando el maestro George Russell sobre la improvisación modal. Sobre esta base,  el exigente Miles consiguió que sus músicos tocasen sus nuevas composiciones sin haberlas ensayado y mostrado siquiera una sola vez antes. 

De este gran trompetista se pueden escoger decenas de discos importantes, es cierto, pero algo adicional encierra el misterio, la sensualidad y por supuesto la visión de éste, un disco venerado por conservadores y vanguardistas del género, e ideal para escuchar en cualquier momento y para cualquier ocasión: música que lo mismo sirve para una sala de espera de dentistas o para dedicarle una cátedra entera en carreras de música. Como si fuera poco, resaltar la chica banda que juntó el ojito de Miles: además de Evans, Paul Chambers (bajo) y Jimmy Cobb (bateria) en la sección rítmica, y “Cannoball” Adderley (saxo alto) y John Coltrane (saxo tenor) soleando de lo lindo. Ahh, y Winton Kelly toca el piano en "Freddie Freeloader"

Luces & Sombras se pone con una parrillada para 10 personas si encuentran a algún jazzero que alguna vez haya hablado mal de Kind of Blue. Suave.

¿Quiere usted probar suerte? Muy bien, pulse aquí. Sin duda me lo agradecerá.
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