1 de septiembre del 2007
Teatro Caupolicán; Santiago de Chile.

Debe ser por septiembre que me entró un arranque de chilenidad dejando para última hora la compra de boletos para un concierto que había estado esperando por mucho tiempo. Como si no hubiera sido suficiente el tremendo plantón del 2003, cuando el mismo día del recital programado en la Quinta Vergara una feroz lluvia y las obras inconclusas en el techo del recinto acabaron con cualquier idea de presentación de Caetano Veloso por primera vez en Viña del Mar en más de cuarenta años de carrera. Hasta un día antes del pasado 1 de septiembre me despertaba en plena noche tirándoles chuchás a los ingenieros esos. En fin. Obtuve entadas para galería, cosa que para un lugar como el Teatro Caupolicán no representa mayores complicaciones en lo acústico. El lugar es un lujo, sólo despreciable por la usura de vender media lata de cerveza por mil pesos. Y más despreciable aún era un vendedor calvo (dato para que lo funen) que andaba diciendo que en el miserable vaso entraba una lata entera……infeliz !! . Las 20:55 me sacaron rápidamente de la discusión con ese estafador. Había que volver al asiento (con cerveza por cierto).

A las 21:15, y en el momento exacto en que Caetano Veloso y sus músicos comenzaban con la primera canción ocurre un momento esperado por casi 10 años ya al extraer de mi bolsillo un delgado cigarrillo sin filtro de la más fina selección reservada. Prender delicadamente esa aromática flor (ante la perplejidad y la envidia de no pocos asistentes) y comenzar a conectarme con todos los sonidos de esa noche fue un lujo descarado e increíble pero el show parte mal, con Caetano cantando muy por debajo de la batería y el convencimiento de la idea de tener que conformarse con un registro propio de una persona de 65 años, ese accidente de no más de tres minutos potenció sin duda todo lo que ocurrió después. La avispada del sonidista nos volvió a la realidad y a una voz intacta, “mucho mejor que en los discos” pensé con insoportable entusiasmo y de ahí en adelante fue reencontrarse con el mismo encanto por esos discos que de a poco iban llegando a Chile antes del advenimiento del mp3. Conseguir música de Caetano incluso en los ´90 era bastante difícil, además de caro. Todo era como volver al mismo asombro de escuchar y descubrir entre los más de 60 discos nuevas canciones e imaginar esos arreglos en vivo, sus trabajos en vivo sobre todo siempre impresionaban por la espera, el cogollo y el entusiasmo

Caetano se supera con cada disco y en cada gira. Nunca un show es ni siquiera parecido al anterior. Ha cantado con grupos de funk, pop, axé, batucada y orquestas filarmónicas pero hoy ofrece rock en formato cuarteto y desde el primer momento las cosas agarran color Tropicalia. Brasil y lo negro desde siempre al fondo de cada una las canciones, terminen donde terminen, al encuentro de todas las músicas. Siempre rodeado de los músicos precisos para la música que anda por su cabeza, como ahora, gente de no más de 30 años. Desde la galería no se le ven las arrugas y él salta, corre y baila como hace 40 años. Veloso sin duda canta como si tuviera 30 o 20. Ni un solo tono se le va de las manos, nada le complica, posee la fórmula y el público para mezclar rock y el sentido “Cucurrucucu paloma” a pura guitarra, saca cualquier tema y la gente vibra. “Cê” (2007), su último disco entero, clásicos preferidos suyos como “Sampa” o “Desde que o samba e samba”, además de otros más rebuscados e inesperados (algo también habitual en sus presentaciones) como “O homen Velho”, “Fora da Orden”, “Um Tom”, etc., todos siempre por supuesto con nuevos arreglos. Caetano tiene público para cantar y hacer lo que quiera durante dos horas, el teatro entero ha abierto sus brazos desde el primer minuto, de pronto se despide, las mujeres quieren tocarlo, se acercan al escenario, el público no se mueve, Caetano es generoso y vuelve casi media hora más, los últimos ejemplos de vigencia, vanguardia y sensibilidad. Como buen melómano. Otro mejor concierto de mi vida, hasta ahora.

Si se lo perdieron,aquí los dejo con al audio del DVD "Cê ao vivo", que registró los mejores momentos de esta gira. Bueno, es sólo una manera de decir, porque con la calidad y todo es bastante inferior a lo que se pudo escuchar en directo.
* Fotografía: Mundo Placeres
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