Con mi amigo, el flaco Hernán Castro Dávila , crecimos en bares y salas de clases, estudiamos en su casa hasta el amanecer pero en realidad lo que hacíamos era proyectar junto a Claudio, Manuel, Esteban , Angelo , Edwin y algunas muchas cervezas, los diálogos y las disquicisiones que en el día no alcanzábamos, porque arreglar el mundo a los 20 años no es tarea fácil de unas horas; con el flaco descubrimos a Tarkovsky, Coltrane, Cartier Bresson, Marcusse y muchos otros, también a Karin Masov, una imposible mezcla entre Marcel Marceau y no se qué otro artista ruso que en un momento de embriaguez se le vino a mi amigo a la cabeza. Con todo ello como telón de fondo carreteamos sin relojes ni problemas, siempre maldijimos el fin del Club Valparaíso por una tienda de Retail y pasamos junto a Claudio uno de los mejores año nuevo de mi vida en un mirador de Valparaíso. Conspiramos para hacer de este un mundo mejor, discutimos fuerte sobre disciplina en una toma, hicimos una toma, y trabajamos en ella y en mil proyectos más sin pensar en recibir un peso de vuelta. Con el flaco lloramos la muerte de Edwin, aprendimos duro que hay cosas que sólo el tiempo puede ayudar a entender; nos quisimos y nos seguimos queriendo. MI amigo hoy cumple años y no estaré ahí para brindar como él quisiera, pero a la distancia sí puedo brindar por él; con él, por él, como tantas incontables veces, porque tenemos mucha memoria e historia para poder con esta distancia y la aparente soledad. Hermano en muchas de las batallas más importantes de esta vida, Mano tendida, abrazo sentido y un gran SALUDo por siempre. Felicidades junto a Macarena y el resto de la patota, los nunca bien ponderados "Sospechosos de siempre' que de seguro estarán ahí y sabrán convertir en mejor vida y recuerdo el sentido y fondo de estas sinceras palabras, de una gran y hermosa amistad.