Steve Wonder
"Innervision" (1973)


Cuenta la historia que a la tierna edad de 12 años, Stevie Wonder, un niño ciego y prodigio de la música era contratado por el sello Motown, el más importante de la música negra, como su más nueva sensación. Tras grabar una decena de discos hasta 1971, a la edad de 21 años puede cobrar por fin los dividendos generados por su trabajo, los que ya han superan los 30 millones de dólares; pero sólo recibe un millón y con eso decide armarse una carrera por su cuenta. Renegoció su contrato con la disquera y de paso grabó cinco discos consecutivos, entre 1971 y 1974, los que irán a cambiar la historia de la música negra para siempre. "Innervisions" es uno de ellos, grabado en 1973 y en donde, como es habitual, no sólo compone, arregla y produce, sino que además toca todos los instrumentos. Stevie Wonder es un genio, un Mozart de la música moderna, del pop, del R&B y el mejor soul, un tipo que a sus 60 años continúa grabando discos y recibiendo premios y homenajes por todo el mundo y desde todas las ramas de la música: el rock, el jazz, el latin jazz, el pop y cuanto ritmo exista le deben un pedazo de su evolución a uno de los ciegos más visionarios que jamás hayan existido en la historia de la música. "Innervisions" es una prueba de ello, visiones interiores que dieron luces sobre lo que años después iba a marcar el pulso y la evolución musical de los ´70 y ´80. Si eres de los tantos que algún día pensó que Stevie Wonder era un simple e intrascendente cantante de baladas románticas puestas de moda durante la década de los ochenta, esta es tu oportunidad de salvarte de la ignorancia y el prejuicio.
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