Nos conocemos desde el 2010, cuando su primera vez en Invasión Callejera. Un año más tarde se repitió el plato y empezando el 2012 nuevamente Melville por estos lados. Ahora hemos coincidido por trabajo en el montaje de la obra SER, donde Johnny tiene un protagónico papel, y yo me encargo de las comunicaciones, además del registro fotográfico completo.

En el descanso de uno de los tantos ensayos Johnny me solicita unos retratos, me cuenta de un portafolio y de un envío a Hollywood donde un productor metido en no se qué proyecto. Pues bien, así no más, y como si se le pegaran las malas costumbres chilenas me lo pide para ayer. Así es que rápidamente me pongo a buscar un lugar adecuado (estamos en el Parque Cultural de Valparaíso) donde la luz y el fondo nos puedan servir.

Siempre me ha llamado la atención la versatilidad de Melville, es un camaleón como pocos, y una vez que encuentro un par de locaciones, lo veo transformarse de un ridículo súper héroe a un pintoso actor de carácter con un puro movimiento (cambio) de chaqueta. 

Agradecer además de la versatilidad y la empatía de de Johnny para con la cámara, la versatilidad de un pequeño rincón del Parque, ubicado bajo una cornisa donde podía recibir manejar dos luces laterales bastante generosas y algunos de cuyos resultados ilustran este post. 

Finalmente, un par de retratos más fueron realizados totalmente al aire libre.

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