Luego de más de veinte años de carrera, por fin en Chile una de las bandas más importantes del rock, emblema de los últimos años del siglo pasado, un original sonido que rápidamente se sacudió de las etiquetas comerciales. Sobrevivieron a los 90,  al Grunge, a la muerte de sus integrantes, han atravesado el siglo XX y llegan a Chile, con 20 años de retraso, pero llegaron, al fin al cabo, estrenando disco y nuevo vocalista, porque el show debe seguir, 20 mil personas enloquecieron y comprendieron por qué era tan necesaria la espera. 

En la espera de más palabras, algunas imágenes calientitas, recién salidas del horno del revelador, algunas a color y/o viradas a blanco y negro para la nstalgia. Pocas, porque fotografiar desde el público era un acto kamikaze y estuve todo el concierto con una mano sosteniendo la cámara y con la otra protegiéndome de la marea humana que iba y venía como en tsunami ! Una verdadera locura que se notó prácticamente en más de la mitad de la imágenes que salieron imposibles de movidas y se fueron directamemte a la basura, pero por supuesto valió la pena. No había mejor lugar salvo el escenario, porque acreditarse como prensa es en estos casos un suicidio peor, ya que sólo dejan registrar 5 o 10 minutos, de ahí pa fuera no más. Se hechó de menos si un lente más largo, aunque no me quiero ni imaginar como hubiera sido de complejo manipular aquello en medio de tanta distorsión.


En fin, a sacar del baúl la camisa afranelada y esos viejos bototos, y que lo disfruten !



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